La ONCE se vuelca con la Semana de la Movilidad en Ciudad Real

La semana de la movilidad, este año bajo el lema “Compartimos el espacio público”, es una iniciativa del Ayuntamiento de Ciudad Real con el objetivo de sumarse a la Semana Europea de la Movilidad por la que desde el 16 al 22 de septiembre se realizan diferentes actividades en región con el objetivo de fomentar una movilidad sostenible.

Una de ellas fue el ya tradicional Circuito de Movilidad de la ONCE bajo el nombre “Bastón Blanco” en el Parque Gasset, este año, con la participación del CEIP Santo Tomás de Villanueva. En concreto, un total de 75 alumnos de sexto curso dividido en tres grupos se atrevieron a ponerse el antifaz y sentir como es para una persona ciega caminar por la calle.

La actividad comenzaba con una pequeña explicación por parte de Marta Senís, técnico de rehabilitación de la ONCE en Ciudad Real, para que los jóvenes pudieran comprender la importancia de que los pasos de cebras estén señalizados, de que haya semáforos sonoros entre otros aspectos importantes para la movilidad de las personas con discapacidad visual. Tras esta introducción llegaba el momento de la acción y los estudiantes se tenían que poner en antifaz.

“Van por parejas, uno de los chavales se pone el antifaz y el otro le guía. Luego se lo cambian para que todos tengas la experiencia”, explicaba Marta Senís. De este modo, los niños podían practicar la técnica guía que también se les explicaba previamente. Sorteando “obstáculos” y siendo conscientes de la finalidad del circuito, a muchos de ellos se les veía la cara de asombro cuando se quitaban el antifaz.

“Hacemos un circuito de ciegas en el que los alumnos se van a poner en nuestros zapatos, en nuestra piel. En este circuito se van a encontrar pasos de cebra, escalones... Al finalizar el recorrido tienen que contarnos sus impresiones y cómo se han sentido”, relataba David Enrique García, consejero territorial de la ONCE, que ayudaba a los chicos y daba algún que otro truco para superar el circuito.

Para hacer esta actividad más llevadera, también estuvo presente una de las voluntarias de la ONCE en Ciudad Real, Cele, quien ayudaba a los chicos y chicas a ponerse el antifaz, mostrarles el bastón y guiarles, en el caso de que fuera necesario, por esa jungla que era la ciudad que habían creado. “Los niños han colaborado de una manera estupenda. La sensación para ellos es buenísima. Primero les da susto y luego cogen confianza y lo hacen muy sueltecitos. Es maravilloso, me encanta como lo viven” contaba emocionada, pues además era su primera vez en esta actividad.

También estuvo presente Miguel Hervás, concejal de movilidad del Ayuntamiento de Ciudad Real, quien también se animó a usar el bastón blanco y quien reflexionaba que “esta actividad ayuda mucho a que toda la ciudadanía, y en especial los niños, se conciencien de que hay personas que tienen una serie de necesidades en la ciudad diferentes a ellos, y que tienen que entender que las ciudades son para todos, también para las personas con necesidades especiales, y tenemos que trabajar para todos”.

Para la ONCE en Ciudad Real esta iniciativa es muy importante ya que permite concienciar no solo al Ayuntamiento sino a la ciudadanía, “queremos hacer hincapié en lo importante que es para nosotros que los Ayuntamientos se comprometan y eliminen las barreras arquitectónicas, además de la importancia de que, en el caso de que la gente tenga que ayudar a una persona con discapacidad visual; indicarle en acompañarle, da algún momento puntual, que no le tengan miedo. No se trata de un juego sino de un aprendizaje de que estamos todos juntos en esto”, decía Marta Senís.

Una actividad que ya es una veterana en la celebración de esta semana en Ciudad Real, pues muchos son los niños que recuerdan su experiencia y lo aplican en su día a día, en palabras de David Enrique, “en definitiva, es una forma de normalizar que se encuentren con un ciego por la calle y que no tengan miedo en ayudarle si le ven despistado o desorientado”.

Esta actividad lleva realizándose aproximadamente 10 años y en palabras de Marta Senís, “cada año, los niños conocen más y son más conscientes de los hándicaps y los problemas con los que se encuentran las personas con discapacidad visual. Cuando empezamos con esta iniciativa, para ellos era más un juego y ahora se les ve muy comprometidos”, concluía.